martes, 16 de diciembre de 2008

Vampiros de la trompa de eustaquio


A ver, yo no sé si es que estamos llegando todos justitos de energías a final de año, si es que realmente nadie hace caso a nadie o qué, pero intuyo en ciertos individuos una necesidad imperiosa de contarme su vida hasta el último detallito, que me hincha los bemoles sobremanera.

Y lo peor de todo es que hay muchos, pero que muchos personajillos que están al acecho para atacar el oído ajeno, con una facilidad pasmosa.

Es en estos momentos cuando realmente me deposiciono en la buena educación.
Si fuese un ratón que no ha ido a un cole de pago, los mandaría a todos a tomar viento y probablemente se me respetaría más.

Así que después de mucho meditar, he llegado a la conclusión de que me voy a imprimir y obviamente repartir unas tarjetitas de visita en las cuales rezará:
NO ME CUENTE SU VIDA, YO TAMBIÉN SUFRO MUCHO.

Básicamente es que soy un ratón con una memoria ram limitada y llenarla de historias carentes de interés me supone un gran esfuerzo (para fragmentar y desfragmentar el disco, etc)