miércoles, 16 de diciembre de 2009

la extraña visita


en mi afán por acumular añécdotas para este blog, me he mantenido con los ojos abiertos al salir a la calle, tan, tan, tan abiertos, que hace un par de días con la ventolera que se levantó, un cuerpo externo y extraño ha venido a posarse en el ojo derecho. De resultas de esta inesperada e incómoda visita, me empecé a notar una molestia sin parangón. Así que Potter, todo diligente él, se pone un microscopio en el ojo, me abre los párpados y me enchufa colirio a discreción: pa dejarlo tó bien limpito.
El colirio habrá limpiao pero al cabo de ocho horas yo sigo con molestias y el ojo se me está poniendo a la virulé, así que me voy de pedo a urgencias oftalmológicas. El amable doctor me comenta que sí, efectiva-meng: toppo tienes un cuerpo extraño y ha venido a joder la marrana con tu córnea. ¿Será un alien? ¿Será un avión? ¡No! Simplemente es caca voladora y diminuta.
Y entonces me hace apoyar la barbilla en una posadera, me planta una luz directa al ojo, y no me lo deja cerrar y anda el pavo trasteándome tanto que me ha dao flojera y casi me caigo de la silla. Acto seguido me dice que ya lo ha extraído y que me manda pa casa, con el ojo tapao. Menudo parche me ha enchufao el cabrón. Me ha cogido un ataque de risa que casi me caigo de la silla por segunda vez. Y luego salgo y Potter no hace más que ponerse detrás mío por el lado que no veo ni guarra, con lo cual no sé si me mira con pena, con asco, si me está haciendo "ganyotes" o qué.
Me han endiñao así como quien no quiere la cosa dos pomadas y unas gotas. Me he montao un festival de medicamentos,y como es habitual dentro de mi desorganización, me he hecho la picha un lío y no sé cuál me toca cada cuándo. Preveo colocón oftalmológico de aupa.

Antes de llegar a casa, me paso por el super y la cajera, que me tiene más visto que el tebeo, cuando me cobra no hace más que hablarme y mirarme al ojo que no ve. Vaya tela la gentuza que corretea por el mundo.

Toppotullido