lunes, 8 de febrero de 2010

Desmanes-desmadres

Sensacional y sorprendente la sarta de desmanes-desmadre que ha propiciado este inolvidable sábado. Que, sin duda alguna, no tiene nada que ver con la sarta de desmanes, que no desmadres, que me han propiciado a mi este lunes negro de mi historia. Los que voy a relacionar para la seguridad de los oyentes:
1º No acercarse al repartidor del butano. No acercarse, exactamente por la parte posterior, para no sucumbir al zambombazo de la tonelada de hierro naranja, que desplaza con desaforada inercia, el repartidor de lengua tarzánica y tez morena. Pues te puede pillar de pleno en la testa y abrirte una brecha como la que luzco yo hoy, y creo por el resto de mis dias, cuando, en el acto de coger una bombona, coincidí con su acto de echarse otra al hombro.
2º y 3º Despues del zambombazo ya no me parecen dignos de mención el cuchillo que se me cayó en medio del pie a la hora de comer (suerte que al ser baratos pesa más el mango que la hoja), y el trompicón que me propine en el codo con un saliente de la fachada al salir corriendo de casa y sin paraguas y pegándome a las paredes.

Recomendación al desmán 1º: de rápida reacción al ser zambombazeado y difuminando cuanto antes estrellitas de colores, pajaritos etc., propinar definitivo empujón al cabrón moreno por el hueco de la escalera echándole las putas bombonas tras él, pues su reacción no iba a ser otra que decir "mucho siento, mucho siento" pero que se le escapa la risa entre dientes, para salir ipso-facto al quinto "mucho siento", sin ni siquiera ver qué brecha te ha abierto y a seguir su currito que se le hace tarde. Y, de esta manera, seguramente que ya no hubiera pasado el intento de auto-mutilación con el cuchillo de turno y el principio de dislocadura de hombro con la fachada asesina.

3 comentarios:

Rebecca dijo...

Si es que lo que no te pase a tí...

la ninja dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja!

Sílvia.