martes, 1 de junio de 2010

fiesta popular




El lunes del pasado fin de semana decidí acabar con el estado de vida monacal que he llevao este invierno para evitar pisar la calle con nocturnidez y alevosía y arrepentirme al día siguiente. Así que Potter y yo decidimos celebrar el lunes de segunda pascua deleitándonos con el solete de media mañana, que este año ha sido caro de ver, el muy cabrón.

Quedamos con Campanilla y Peter Punk para comer y pegarnos un homenaje de paella en la Barceloneta, cosa que degustamos con fruición. Hasta me relamí bigotillos y patitas unas cuantas veces y me atrevería a asegurar que los demás, también.
Ya habíamos terminado de comer en la terracita de rigor cuando empezamos a detectar grupos de individuos disfrazaos de gaélicos, escoceses, marineritos y demás.
En un principio y a juzgar por lo que Barcelona nos tiene acostumbrados, creímos que se trataba de uno o varios solteros despedidos, de ésos guiris que vienen aquí para miccionar y defecar en la calle porque éso es lo que les inspira el matrimonio.

Andábamos erraos: eran los coros de la segunda pascua de la Barceloneta, tradición que yo descoñocía, y que me ha sorprendido gratamente. (desinformao que estoy, coño)

Al salir del restaurante, nos dirigimos al passeig de joan de borbó y nos caímos dentro de una terraza donde riegan casi todo al estilo brasileño, es decir, con caipirinha.

Cayeron unas cuantas rondas, no sabría precisar cuántas. Lo que sí sé es que a eso de las nueve de la noche pasamos a formar parte de las comparsas de los coros y que en una de las piruetas de baile que iba pegando por la calle, me vi con un hacha enorme de plástico en una mano, una lata de cerveza en la otra y un sombrero sudao de paja encasquetao en la cocorota, desafiando la ley de la gravedad a cada porromponpón de los tamborileros. Debo añadir que ninguno de los artilugios mencionados era mío, también desconozco su procedencia.
A Potter y Peter Punk les pareció que estábamos en un correfoc y no hacían más que pasar por debajo de los fuegos artificiales que colgaron en la calle principal de la fiesta hasta que se les frió parte de la closca.
En un momento de atasco popular en las calles, Potter y yo nos topamos con un chiripitifláutico al cual le acompañaba un perro precioso también de juerga, pobrete. No sé si fueron los efluvios etílicos o qué, pero Potter y el chiripitifláutico entablaron conversación sobre si se coñocían y de qué se coñocían.

Chiripitifláutico dice que ahora ya está bien, que ha salido y que ya está limpio y sanote. Yo me acerco sigilosamente a Potter y le digo que igual se conocen de otra vida de haber estao en el trullo porque ahora dudo que frecuenten los mismos ambientes.
Y así, bailando y haciendo amigos hasta las doce y pico de la noche.
toppo pro-fiestaspopulares

centenario


mira tú por dónde con tanta tontería y melaxufleces p'arriba y p'abajo he conseguido 100 entradas por estos lares.
ahora toca celebrarlo:

- Toppobirzday tu meeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
- toppobirzday tuuuu meeeeeeeeeeeeeeeeeeee
- Toppobirzdayyyyyyyyyyyyy dear toppooooooooooooooooooooooooooooooooo
- Toppobirzdayyyyy to meeeeeeeeee

-¡Felicidades Toppo!
-¡Gracias Toppo!
yastá, prou de celebraciones que se me va a subir la fama a la cabeza.