martes, 10 de agosto de 2010

De masajes, aceites y otras potingas


La mosca que tenía ayer detrás del orejote, me ha pegau un aletazo y efectiva-meng, he tenido que correr a visitar al roca. Decido enchufarme una pastillica, o lo que es lo mismo, ensartarme un corcho en el pompis y salir a encontrarme con la peña pa dar un voltio al exterior.

Hemos planeao atisbar el horizonte desde las murallas. Subimos, hay un montón de peña encaramá a las mismas, cosa que tira por tierra cualquier coñato de planteamiento de foto paradisíaca, original y/o moloncia pa l'album.

Me asaltan ganas irrefrenables de emprenderla a empujones y tirar a todo el turisteo por el abismo pa conseguir el objetivo foto-revista. Hablo conmigo mismo y me digo que el ser irreflexivo, lo único que me va a aportar es que me emboten en una patera y me manden pa casa. Desisto.

Me dejo la cámara colgando del cuello e intento avistar algo. Vuelvo a caer en la cueng de mi estatura real y tengo que ir dando botes para ver algo entre almena y almena. La climatología tampoco es que ayude mucho, hay una niebla espesa que no deja ver más allá de las narizotas. Otra dosis de realidad para animarme, no me va nada bien.

Terminado el rulo por la parte alta, nos bajamos hacia el puerto, mi pituitaria se ha puesto en alarma y nada más llegar hacia dónde están los pescadores, me pongo verde y me dan ganas de trallar. Me echo p'atrás.
Potter me agarra del cuello y me dice que respire por la boca y que tire p'alante, que el mundillo venta de pejcao es la pera y que no me lo puedo perder, aunque luego me tengan que llevar a enchufarme suero por la vena.
Me armo de valor y lo hago, y lo flipo. Es la primera vez que veo un tiburón en el mercao pescadil y otros tantos pejcaos que no sé recoñocer.
De mientras, un pescador se le presenta a VacacionAlf, comentándole que él es pescador honrao de toda la vida, que es persona de fiar y que da la casualidez, mira tú por dónde, que le ha caido en gracia un pedruscote de ésos que se fuman y que en definitiva, discretamente, puede apartarse un poco y probar la mercancía, si le apetece. Menudo business man de la ostia. Me pregunto qué tipo de cosas pesca este tío.
VacacionAlf levanta la ceja y se va silbando por donde ha venido. En este momento nos hemos dispersao, Potter está haciendo las veces de cotilla por todos los puestecillos del puerto y Peter Punk -cámara en ristre- está haciendo malabares para poder fotografiar sin ser visto. Lo tiene complicao, el objetivo de cien metros de su cámara le delata.

Se está haciendo tarde y Campanilla, La Niña de los Dedales y yo nos largamos a un hamam; lo que viene siendo una sauna a la marroquí, en la que nos han prometido tratamiento completo de exfollación, masaje y aceite de argán.

Para los neófitos en este tema, cabe explicar que el aceite de argán sale de unos frutos que se recogen una vez los han deglutido las cabras, es decir, de caca de cabra. Se limpian y se machacan hasta extraer el aceite, que resulta que en cuanto te lo embadurnas, te conviertes en una beldad.

Me falta tiempo para ponerme una pinza en el naso para no morirme del asco e ir a ver si se obra el milagro.

Llegamos al hamam en cuestión y nos hacen despelotar, exceptuando el culotte.
Entramos en una sala en la que hace un calor que te cagas y nos tienen preparado en el suelo a modo de toalla, tres hules (un día de estos ya mentaré mi odio desmesurao al hule) y nos empiezan a echar agua caliente a discreción.

El suelo está más duro que una piedra y uno, después de estar diez minutos, ya no sabe cómo cojones ponerse. Con el agravante que con la humedad, te quedas pegau al hule, cosa que hace elevar los ascos a la última potencia.
Hemos pasado por más de un hervor ya, y las muchachas masajistas, se presentan con un guante de crin para frotarnos hasta las ideas. Parece papel de lija, joder.

Para cuando la masajista ha terminado de lijarme, se me ha caido la piel a tiras y se ha largao por patas, harta ya de patimiento gratuito.
Acto seguido, embadurna-meng de barro y más espachurra-meng. A estas alturas me han abandonao los huesos, que se han largao detrás de la piel, a buscar otros lares más cómodos tipo cojines.
Y por último, llega el coletazo final de agua a borbotones, enjabona-meng y aceite de argán.
Salimos de allí límpidos, arañaos y más arrugaos que una puta pasa.

Campanilla que está a la última en mejunges varios y es ferviente seguidora de cualquier potingue cosmético-novedoso, nos informa que cree que nos han endiñao aceite de oliva en lugar del de argán.
En mi fuero interno me alegro, al menos no oleremos a mierda de cabra cuando salgamos a la calle.
Por otro lado, la Niña de los Dedales sale con un poco de mal cuerpo.De resultas de la experiencia le han salido unas cuantas ronchas en la piel y jura que a ella no la vuelve a meter nadie en un hamam, ni jarta de vino.

Estamos pensando en volver al hotel a pasarnos por agua y jabón de nuevo, porque con la guasa del aceite todavía estamos churretosos y no es plan de ir por la calle regalimando como una bolsa de porras.

Bien pensao, podríamos montar una churrería en medio de la medina de Essaouira, con lo que les gusta el dulce a esta peña, nos forramos, tú.

Toppochurrero