viernes, 8 de octubre de 2010

Hogar, dulce hogar


Esta pasada noche he dormido como el ano. He pegao ojo a ratos. Y claro, hoy llevo tó el día arrastrao y básicamente muerto.

Es de esos días que estás tan, tan, tan cansao que cuando llegas al portal de casa, abres y ves que te quedan cuatro pisos pa subir a pie, te pones a llorar, te sientas en el rellano y le pides al primer vecino que entra (de una media de edad de 70 tacazos) que te lleve en volandas.

Normalmente me responden con un corte de mangas o mandándome a la mierda. Es agradable en grado sumo.

Para despejar cualquier tipo de duda, aclararé que he subido a pie. Y cuando por fin he llegao a mi kely, me he cambiao pa no llenarme la ropa de lamparones y me he estocinao un rato en el sofá a fumarme un piti. Es lo que tengo, soy un tronera: fumo, bebo y salgo de juerga lo que puedo o lo que el cuerpo me aguanta. Que, dicho sea de paso, últimamente me aguanta poco y menos.
Sigo sin recoñocerme.

En cuanto al tema del vicio, me he pasao al tabaco de liar y hoy, precisamente, un amiguete que acaba de dejarlo, se ha mostrao todo curioso por saber si se fuma más, se fuma menos o qué coño se fuma y cuántos cigarros se sacan de un paquete. O sea, un tercer grado de proporciones, estadísticas, etc.

Como las mates me dan urticaria, para no quedar mal del todo, he puesto cara de poker y le he dicho que ni puta idea, pero que si realmente es un tema que le quita el sueño, me pondré a ello en cuanto inaugure la próxima ronda. Me río pa mis adentros porque no lo voy a hacer. Soy un negao en toda regla con los números y ya me veo contándome y descontándome una y otra vez y acabando sintiéndome más anormal de lo que ya me siento habitualmente.

La cosa es que estaba yo preparándome el cigarrito a lo remanso del guerrero, cuando me doy cueng de que se me ha acabao el papel, que son las ocho y pico de la tarde y que me han cerrao el estanco. Más lloros y pataleta.
Estoy por tirar la puerta que todavía no hemos colocao por la ventana.

En un arranque de MacToppogiver he cogido un folio que tenía por aquí y ni corto ni perezoso me lo he hecho a medida y me he liao el piti.
Ni que decir tiene que me ha sabido a rayos y lo he dejao ipsofácticamente, así que me he dispuesto a estocinarme de nuevo en el sofá previa preparación de peli para ver tan a gustito.

Potter se ha largao de viaje y me ha dejao la kely toa empantaná. El televisor ha sido una de las muchas cosas que hemos movido p'arriba y p'abajo, y ahora tengo la picha hecha un lío con los cables y coñectores que no sé cuál coño coñectar a dónde.
Me he quedao sin cine en mi kely. Cojonudo.

Parece ser que hay un complot orquestao para que no me quede en casa, así que voy a tener que salir. Me voy a acicalar y me voy a apuntar al planele que me ha propuesto Campanilla, por aquello de no perder pistonada. Si fenezco de cansancio, al menos será en acto de servicio. Cualquier excusa es buena.

Toppocalavera