domingo, 13 de febrero de 2011

Multifunción


Sábado mañana. Hemos gaudido de sueño reparador y vigorizante; cuando digo hemos, me refiero a Potter a Taila y mí, mismamente. Eso significa que después de ducha (Potter y yo) y desayuno (Potter, Taila y yo) tenemos el nivel de mansedumbre bajo, o sea que estamos los tres como una puta pila y hay que ir a esbarjirse un poco por algún territorio salvaje o similar.

Como vamos tarde para variar, decidimos pilotar el carro (izquierda rias, curva cerrada jar! trata de arrancarlo, Toppo) e irnos a indagar por el Parc de Collserola. Salvaje, lo que se dice salvaje, no es, eso sí: unos cuantos salvajes en bici sueltos; haberlos, haylos.
Namás poner el pie en tierra firme, se nos han cruzao unos cuantos posesos de la mountain bike haciendo el troll por la montaña. Me han dejao la marca de la rueda en la chiruca. Chachi.

Al Potter a la que lo sueltas en ambiente campestre montañil, se le hinchan los pulmones y los musculitos y con ese afán de superación del alpinista, pretende hacerse la serralada collserolil, pre-pirineo y medio Pirineo andando en un santiameng, ahí es ná.
Todavía me estoy partiendo la caja y Taila, también.
Y eso que ella tiene unas ganas de trotar a lo cabra montesa que te cagas. Dice que no quiere prender todas las cerillas a la vez, me ha salido prudente de mena, la tía.

Visto lo visto, estamos una hora y media haciendo el cabring y nos volvemos a eso de las 5 a comer. Horario findesemanil y desorganizao ande los haya. Al finalizar el trepamiento de escaleras, al llegar al rellano el nivel de mansedumbre del equipo es alto. No quedan energías pa cocinarse ná,  nos planteamos engullirnos el pienso de Taila. Nos ha enseñao los colmillos, así que nos cortamos de pillarle ná.

Hago escapada al super en plan plato preparao y nos fotemos unas faves a la catalana y uns canalons. Todo esto acompañao de carquinyolis y vi ranci y, de fondo, banda sonora sardanil. Fem país, collons.
A las acaballas de la comida, a Potter le ha crecido una barretina en la calva y a mí se me ha desarrollao una redecilla a modo de recogida de moño del todo absurda e inoperante, ya que el Toppo se gasta pelo corto a lo garçon. La redecilla se me resbala constantemente así que se la intento emplantufar a Taila, que me vuelve a enseñar los colmillos.

Recogemos bártulos y asoma conato de siesta sofil. No se pega ojo porque nos damos cuenta que vamos tarde pa organizar cena con amiguetes.
Chicarrón del Norte que es un poseso perrunil está haciendo campaña para convencer al Sarcastrómetro de las bonanzas de tener un can, así que se quiere venir de expedición a casa par jugar con Taila y así ir derribando barreras prejuiciosas del Sarcastrómetro.

La cuestión es que nos hemos liao y tenemos que hacer la compra, cocinitas, adecentarse y sacar a Taila a dar el rulito de turno nocturno. Se nos acumula la faena de nuevo, no sé qué cojones hacemos con el tiempo.

Cuando llegan los invitados, que para más inri con el tema de la emoción perrunil, se nos han presentao media hora antes, todavía andamos con el delantal y los rulos puestos. Un contento de la huerta, vamos.
En vez de liarnos lo justo: tira con pa amb tomàquet i torti de patatas, a Potter le ha cogido el puntazo de fogonazo exótico y nos hemos liao a hacer sopa de miso y un wok que lleva tantos ingredientes que parece un cocido madrileño, la leche.
Nos han acompañao también Campanilla y Peter Punk que han ayudado a incrementar la bodega.
Les hacemos esperar más de una hora pero como tenemos reservas vitivinícolas a mogollón, está tó el mundo encantao y contento a rabiar.
No es por alardear pero la sopa de miso, de la que me he encargao yo en un 90% de la receta, ha quedao de colores. Ahora bien, si comparamos el wok del Potter con pollo, coco y todas las especias del mundo mundial, todavía ha quedao mejor.
Nos hemos puesto hasta la bandera de todo lo sólido y lo líquido.

El Sarcastrómetro se ha traido puesto un microvirus intestinal que se ha empeñao en engordar en casa, tal es así, que cuando hemos terminado de cenar hace doscientas visitas seguidas al excusado, agarra al Chicarrón del Norte por el cuello y se van por patas pa casa.
Hago de observatorio para ver si el resto se pone azul y hay que preocuparse seriamente por emponzoñamiento en masa. Como veo que siguen dándole al vino, me relajo. Empiezo a estar achispao e intuyo que Potter también, porque ya está proponiendo ir a hacer la penúltima al Adonis, un bar así como muy mariconcete que nos han plantificao al lao de casa en donde nos hacen unos juanantonios bastante correctos.
Me cambio indumentaria pinche-culinaria por salida nocturna de rompe-rasga en cinco minutos. Soy lo puto rayo.
Aquaplast para el jeto -todavía no me acostumbro a la nueva ilumiñación- maqueo y pinturicas porque yo lo valgo.
Nos vamos, Taila nos aplaude porque está hasta las pelotas de griterío, musiqueli y fumeteo. Me pide golosina de turno y se larga a soballa más contenta que unas pascuas.
El Adonis está hoy bastante tranquilico, hacemos rondica de juanantonios y nos vuelve a pasar el ya clásico huir del tiempo. Nos echan literalmente a las 2.30 con una cochina puntualidez. Nos han dejao huérfanos de bares.
Invade ataque de palo contumaz y ante la duda, decidimos que una retirada a tiempo es una victoria.
Yo voy de gallito y hago asomo de continuar, pero en realidez lo agradezco porque las piernas después de ataque montañil y cocinil me están haciendo higo.
Así que enfundaos en traje de temerario nos vamos a soballa.

Toppomultifunción no llego a todo, oyes