miércoles, 21 de julio de 2010

agota-meng




Reventao que estoy, coño. Desde que me abrieron las compuertas de la libertad, no he parao. Me voy apuntando a un bombardeo y ya no me tengo en pie de cansa-meng.
El viernes pasao, con la emoción que me embargaba por no ir ya más a clase, Potter y mendas nos apuntamos al festival "Cruïlla" y con un par nos pasamos de 7 de la tarde a 4 de la mañana dando rulos por el forum, de un escenario a otro, bota que te bota.

Allí nos encontramos con Campanilla y Peter Punk, que no se pierden sarao y recogimos por el camino a Shine, que se vino con el traje de Sed de Vicious puesto, a juzgar por el atuendo y las ganas de jarana que le acompañaban.

Primero asistimos a un portento de australiano llamado Xavier Rudd, además de un alimento pa la pestaña impresionante, el tío toca a la vez varios dijeridoo (o como se llame), le da a la percusión y canta. Y todo lo hace astupendu. La parroquia se pregunta si todo lo debe tocar igual y omitiré detalles escabrosos para no desatar susceptibilideces.
Corroborará lo que digo Lostintraslation que se quedó prendada con el australianito y con la estrella de cartel: Ben Harper, guapo y buen músico: rabia que da, también el tío.
Cuando acabamos con Ben Harper o él con nosotros, según se mire, nos vamos al concierto de The Wailers rollo reggae y luego Macao y luego ya no recuerdo cuántos grupos más.
Potter, Sed de Vicious y Peter Punk se pusieron finos a birras y como no eran cañas, sino que eran cancarros, con el calor que metía, cuando llegó el concierto de Macaco les entró el baile de San Vito a los tres y aquello no había quien lo parase.
Cuando terminó Macaco, a Peter Punk le dió por hacer un maratón de saltos y piruetas entre el personal y a Potter ataque de griterío reivindicando un apodo molón y no los que se le han venido encolomando a causa de sus últimas correrías: Javipotas (autor "El sarcastrómetro") y Javiporken (autor "Peter Punk").
En realidez andaba yo trinchao de toda la semana, pero parece ser, que la ilusión de poder disfrutar de un viernes de farra, me cargó las pilas. Campanilla comentaba que parecía que fuera la primera vez que iba a Portaventura de lo contento que estaba.

Tras los ochocientos conciertos, no sé cuantas cañas y 3 frankfurts, acabé con los pinreles dinamitaos,las lumbares destrozadas y el botón del pantalón desabrochao. Se dice, se comenta, es vox populi que me expando con el calor. Me arrastré hacia una de las gradas y ya no me pude levantar hasta que nos largamos en busca de un teki. Tarea árdua complicada cuando te encuentras en extramuros.

Nos costó un testículo y parte del otro pillar taxi y cuando llegamos a casa me fundí en 0,0 en el colchón.

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