miércoles, 5 de diciembre de 2007

OEEEEE, OE, OE, OEEEEE!

Por fin! Me ha costado sudor y lágrimas, no tanto como dejar de fumar ;-P, pero aquí estoy.
Digueu-me rància, pasada de moda, chapada a la antigua o la paraula més apropiada potser vindria a ser demodé (gran adjectiu que segur que tornarà a estar de moda aviat), però m’ha costat l’ostia entrar al blog. Primer perquè m’havia d’obrir un compte Gmail, que és molt fàcil fins que no et deixa enregistrar-te amb el primer nom que tú vols, ni amb el segon, ni amb cap que no sigui el que el señor Guillem Mail (Gonzalo Mail? Gorka Mail?) et proposa. Total, que et quedes amb un nom absurd que no tornaràs a enrecordar a la vida i que ni amb les preguntes clau ni amb una bola de vidre aconseguiràs dexifrar. I després, perquè tot es complica quan tens jefes i pseudo jefes sobrevolant el teu territori. Però ja està. Sí. Al final, ho he aconseguit en una pantalleta de 6 x 5! Em vibra tot! (Menys lo que m’ha de vibrar ;-P) Aleee! Viva la época del destape! Si Fernando Esteso levantara la cabeza! I dit això, i aconseguit el meu objectiu principal d’avui, només em queda dir: HOLA!!! Ja sóc aquí!!!

Es para mi un motivo de orgullo y satisfacción

haber sido invitada a participar en este bloc por el Ratón, el mejor de la galaxia. Yo no tengo seudónimo. Mi nombre real es suficientemente exótico (raro, feo, pontumismolapalabra) para no tener que esconderme tras una personalidad ajena. Esa es otra, mi personalidad va con el mapa del tiempo. Hoy la tengo de anticiclón, pero me da que puede girar a borrasca en cero coma tres segundos. Además, tengo sueño. Además, me han sacado sangre a primera hora. Además, una ancianita venerable se me ha colado en el mostrados de la SS con el viejo truco "solo es una preguntita". Claro, como a tus noventa y cuatro años hablas tan rápido, tienes oído de lince y te mueves con la agilidad de una pantera, no me importa nada esperar detrás tuyo con el suturno en la mano y cara de gilipollas. Porque tú, ancianita venerable, ya ves la máquina, pero pasas de ella como del código de los semáforos"rojo-parar, verde-pasar". Y la enfermera asoma la cabeza, me sonríe y dice "solo es un momentito". Pues ya son dos momentitos. Sumado al momentito de otra señora colosal (he calculado unos 2,5 m3 de volumen total) que también me ha calibrado dibrable, he llegado a notar como envejecía esperando "mi momentito".
He rugido "lo mío también es un momentito y he cogido turno [hum aspirado con fuerza]" (era pronto por la mañana, muy pronto) y todas las cabezas sin problemas de cervicales se han girado hacia mi, y yo he exhibido orgullosa mi triangulito rosa con un setenta y seis negro, flamante, a la espectativa.

Suena un timbre (meeec) y la enfermera dice "setenta y siete". En aquel momento he clavado mi mirada en sus ojos y la pobre desgraciada ha visto pasar su vida en décimas de segundo.
"Será setenta y seis", le he sugerido con aterciopelada voz Kill Bill. Se ha subido encima del mostrador, se ha puesto patas arriba, le he rascado la barriga y ya luego, más tranquila me ha dado todas las horas que he querido y más. Si yo, por las buenas, soy muy buena, pero por las malas me pillan unos momentitos que...