Acabo de llamar a un cliente y el recepcionista de turno creo que ha pasado la noche cortándose las venas.
Desde este lado del teléfono da un coraje muy, muy grande esta manera tan insípida, insustancial y en definitiva asquerosa de contestar al telefono.
Ganas de enviarle un vapuleo telefonil me han quedao unas cuantas.
Claro que no me extraña, en esta oficina están todos más o menos cortados por el mismo patrón, mi interlocutora es tan hierática que ni las cariátides, tú!
Y encima se deben pensar que así imponen respeto, lo único que hacen es alimentar el gusto por saltarle encima, patearle el torso y gritarle: Sácaloooo, sácaloooooo, sácalooooooooo. Parece que se hayan tragao una espada, los muy josdeputa.
Ah! también dan ganas de mandarlos un poquitín a la mierda. Pero como soy un ratolín decoroso, no lo voy a hacer. Todavía.
Cuando me tocan el voraviu me pongo belicoso.
Toppoinsurrecto