viernes, 30 de julio de 2010

Stand-by


Acabo de constatar que ahora mismo ya funciono de pena. Estaba haciendo de pinche-patán en la cocina ayudando a Potter a preparar una tortilla de patatas y he entrando en trance cortando las patatas con el rayador y me he acabado rayando la yema de los dedos, parecen persianas. Y no me va nada bien.
Claro que no me extraña porque llevo esta última semana dándole achuchones a la neurona para terminar la memoria del proyecto del máster del universe, otrora llamado el puto tocho; y hoy lo hemos entregado por fin, derrapando, esperando al último momento. Comme il faut.
Parecía que había rozao la libertad con la yema de mis persianas hace unas semanas,pero en realidez era libertez condicional. Hay que joderse.

Ayer a media tarde me tocó visita al ostiópata para que me pegara cuatro crujíos, y luego estuvimos aporreando el teclao en un zulito de la escuela hasta las 22. Por aquello de empalmar, se me ocurre ir a reunirme con la cuchipanda de guiris profes de inglés del Potter en un pub, previa ingestión de un falafel cutre-guarro que era una puta mierda de boñiga, y luego pedirme una caña en el pub para que me dejara hecho un cuatro.
Me depositaba a mí mismo en el catre a la una de la madrugada, nada del otro jueves,lo sé. Con lo que yo he sido, cómo nos hemos de ver.
Y entonces, con la mierda ésta de cambio de tiempo repentino, el cielo decidió abrirse en canal justo encima de mi cuarto a éso de las cuatro de la mañana; lo justito pa dar por saco en plena fase REM, vamos.
Me ha despertao el ruido de la tromba, la corriente (lo tengo tó abierto pa que corra el aire) y cuando ya lo he tenido tó cerrao, intento sobar otra vez.
Lo tengo difícil, me he acostao con ganas de pipi y el pensar en él no me deja pegar ojo. Me levanto, visito el Roca. Me espachurro. Suena el despertador, las putas seis y cuarto. Al potter le ha dao por ir a misa antes de ir al curro, o eso o quiere ir a muñir la vaca o ser el primero en tener el pan recién hecho.
Me planto el antifaz para que la luz no me joda más ya. No puedor. Desespero. Me asalta una rampa en el pie izquierdo; la domino. Me asalta otra en el pie derecho, me tiro de la cama y pongo el pie mirando a Pamplona a ver si se me pasa. A estas alturas se me caen unos lagrimones como sandías. Me queda poco rato pa sobao pasiego y yo mismo no me dejo. Estoy fatal.
Hoy me he ido arrastrando de un lao a otro de la city hasta acabar en la cocina dónde empecé este escrito. He entrao en bucle. Mejor lo dejo.

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