domingo, 8 de agosto de 2010

De choping


After lunch, momento de dispersión: Campanilla, La Niña de los Dedales y yo nos vamos en busca del negocio del siglo dentro del mundo complementos.

VacacionAlf se pone en modo "stand by" y se larga a dar un rulillo en busca de chuvinirs para la familia.
Potter y Peter Punk se aventuran por la ciudad explorando lugares y gente a la que fotografiar bajo peligro que alguno se dé cuenta y les ponga el careto mirando a Cuenca.

En el sector maniroto iniciamos un periplo en busca de fabricantes de bolsos.
Antes de entrar en la botiga, nos preparamos cada uno en su rol:
La Niña de los Dedales se presenta como empresaria emprendedora, locuaz y negocianta. Campanilla se posiciona como inspectora de calidez y yo intento hincharme y parecer más alto y grande para hacer de poli malo, no cuela y parezco el pringao de costumbre.

La primera en la frente: está todo a precio europeo y son duros de cojones a la hora de regatear. La Niña de los Dedales por mucha perífrasis verbal que le meta al discurso consigue poco en el pulso. Estoy a punto de sacar el bate de beisbol para intimidar, pero mis compis me convencen de que la violencia no es la solución. Campanilla me tira el bate a la basura y me da un abanico para entretenerme.
Visitamos otra botiga y el gentilhombre nos lleva de excursión a ver cómo y dónde fabrican los bolsos en cuestión. Una vocecita en mi cabeza me empieza a dar el coñazo con yuyitos por si no regresamos de tal lance.

Después de dar un callejeo por el zoco, llegamos a una casa destartalada, subimos unas escaleras más decrépitas aun y llegamos a un local de 2x2 donde el hermano y socio del gentilhombre nos da la bienvenida. Hace un pestucio a piel que echa de espaldas y nos cuentan cómo y qué fabrican. Básicamente lo que quieras.
Agradecemos la información y nos vamos.
Durante toda la tarde hemos estado entrando y saliendo de tantas botigas que he perdido la cuenta y recontraconstatamos que no hay puta manera de presionar con los precios.
Finalmente la Niña de los Dedales ha conseguido un pacto satisfactorio y sella acuerdo con un apretón de manos.

De camino a la plaza, punto de encuentro con el resto de la expedición, vemos unos fullares chachis que son lo más en la próxima temporada fashionil. Los queremos y empezamos a regatear. El titi de la botiga cuando le decimos que no pagamos más de 7 jiros por ellos, nos pega unos alaridos que ni la Castafiore. Le digo que no chille, que nos van a acabar echando del zoco por contamiñación acústica.
Nos dice que somos inhumanamente duras. Le decimos que sí y que "inshalá" y nos largamos con los fullares a otra parte.

Llegamos a la plaza. Menosmal porque parecía una tontería el ir a cotillear y nos hemos pasao como tres horas p'arriba y p'abajo andando. Las piernas me hacen higo.

Terraza de la tarde anterior. Festejo el hecho de que no haya tormenta arenil, ni alíseos, ni nada. Sólo achicharra-meng. Fanta naranja reconstituyente y ducha en el hotel pa refrigerarse y adecentarse.
Decidimos cenar en los chiringuitos de la plaza. No sabemos por cuál decidirnos, todos parecen Ferran Adrià (mala baba que tengo). Escogemos uno, nos sentamos, pedimos bebida y so pena de morir ahogaos con la humareda que desprenden las planchas, nos atiborramos a tapas marroquís. Lo mejor los pinchos y el cordero.
Ratificamos que el mundo ganga aquí es una puta falacia.

Nos vamos del chiringuito y VacacionAlf en su afán por descubrir un sitio molón y con birra, ha dao con una terracilla en donde podemos consumir néctar de cebada sin que nos escupan en un ojo. GeniAlf!
Uno se va como que más contento al sobre cuando ha podío mitigar el calor con un par de birrillas. Esto sí es asueto del güeno.

Toppoagradecíoyunpoquilloachispao

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