domingo, 8 de agosto de 2010

En busca del tinte perdido



Desayuno a base de café con leche, croissant, pan con mantequilla, mermelada y pancakes, así como que ligerito y típico marroquí.
Como sigamos así, voy a salir rodolando, recorrerme rodolando medio país y volver rodolando a casa.
Mientras desayunamos, nos preocupamos los unos por los otros del aspecto escatológico. Que si vamos poco, mucho o nada. Que si el cigarrito después del café es manita de santo... se coñoce que hemos roto el hielo. Es uno de los temas que al final toca hasta el más pintao, no nos engañemos.
Todos estamos bien. Collonut.

Nos hemos levantau con el ánimo de encontrar el zoco de los tintoreros.
Yo estoy pelín cagao, dada mi tendencia a que me sobrevengan arcadas y a echar la pota cuando se mezclan temas de olores nauseabundos. Tengo la puta mala suerte de tener la pituitaria demasiado sensible. Sé de buena tinta que al acercarse uno a la zona de curtidores y tintoreros el pestucio que suelta la piel que tratan es para apretar a correr y no parar. Y da igual que te enchufen menta por la tocha. Te mueres del tufo. Y punto.

Hemos empezao a andar, cruzamos la plaza, nos medio perdemos, nos encontramos y empezamos excursión por el mercado. Sigue haciendo un calor de mil demonios rojos y se hace difícil controlar la transpiración, lo que me faltaba para acabar de adobar, tú.
Hemos perdido el rumbo como cuatrocientas veces y no tenemos ni puta idea de ánde coño está el zoco tintoreril de marras.
La jodienda del temita es que cuando preguntamos nos dicen que "Oui, Oui", nos acercan a algún sitio, nos señalan "la bàs", nos piden pasta y nos dejan más colgaos que un fuet. Así un par de veces, con el agravante que hay unos cuantos chungos que nos siguen pa mangarnos hasta el tuetanillo. No vamos bien.
La Niña de los Dedales y VacacionAlf se han hartao de tanto mamoneo y se pegan media vuelta a cotillear por otro lao.
Peter Punk, Campanilla, Potter y yo seguimos en los trece de querer encontrar a los tinteros.
Andamos y andamos, Potter se pilla un bocata sardinas, seguimos andando y al final encontramos a los curtidores. Ni rastro de los tintoreros. Anda no, calla, calla, que los tintoreros aquellos de foto de quitar el hipo son los de Fez. Aquí curtidores y tira millas.
Doy medio paso p'alante. El catipén me tira p'atrás y mi cara, que es un poema, persuade a Campanilla de entrar a cotillear con los muchachos.
Así que nos hemos quedao Campanilla y yo esperando con un sol de justicia friéndonos el sesamen.
Una vez han terminao con la visitilla, sablazo mediante, claro, nos vamos a papear porque entre pitos y flautas llevamos pateando toa la mañana.
Desandamos el camino y nos topamos con VacacionAlf y la Niña de los Dedales y nos refugiamos del calor en un bar.
Se echa de menos una caña fresca-fresca para amenizar el remanso del guerrero. Aquí no venden alcohol. Y nos quedan todavía diez días por superar. Mierda.

Topposíndromedeabstinencia

1 comentario:

la ninja dijo...

me ha encantao lo del bocata sardinas (amongst other things, that is ;)